sábado, 20 de octubre de 2012

-Lo siento. Al decir esto saco el teléfono que no para de sonar y lo apago.
-No te preocupes, contesta.
-No. Como te decía, siento que ya no es igual estar contigo,antes por lo menos vivía con la esperanza ciega de que tuvimos una relación hermosa... ahora que sé lo que pasaba por tu cabeza... no quiero que creas que esperaba algo de ti, no lo hago desde hace mucho. Para ser honesta fuiste bastante cabrón conmigo.
-Lamento que las cosas pasen así...
- No lo hagas, es lo mejor. Ahora puedes tener la certeza de que no te buscaré ni por equivocación.
-Pero no quiero que eso pase, sabes que lo que te digo es cierto, si te quise.
-Bueno, yo te amo, y eso no nos impidió acostarnos con otras personas. No pongas esa cara, lo hicimos.
-Suena muy feo cuando lo dices así de frío, como si se tratara de otros y no de nosotros.
-Pues suena como es: horrible. No andamos desde hace algunos años, no debería pesar tanto (y a pesar de eso siento que me aplastan el pecho).
-Lo sé.
-Me molesta tu indiferencia, siempre pasa eso contigo. No me dices gran cosa, te disculpas, dices que lo sientes, después vienen el está bien y si así lo crees, lo respeto.
-¿Qué quieres qué te diga?
-¡Lo que sientes!
-No puedo.
-¿No sientes?
-Claro que si.
-¿Entonces?
-No sé que decir, no sé si te guste lo que pienso.
-Que no me guste no lo modifica, las cosas son como son. Sé que piensas que me voy a poner a llorar, te equivocas. Sólo dilo.
-No Nadia, te vas a enojar.
+++
Le doy un sorbo a mi café, se está enfriando y eso me molesta. Intenta tomarme la mano y la retiro para tomar la taza de nuevo, prefiero beberlo todo.

-Evita hacerlo por favor. Si no tienes nada que decir no es una conversación y no le veo caso a este encuentro.
-De seguro ya te enojaste. 
De nuevo acerca su mano y ahora no me muevo, comienza a jugar con mis dedos hasta abarcar mi mano fría y pequeña.
-No, ¿sabes? no te juzgo, ha de ser bien feo no poder sentir nada por nadie, sin expresarles que lo que te interesa es un acostón o los que se puedan, ¿qué se siente estar como muerto?
Me mira como enojado y confundido, creo que no esperaba esas palabras. Me suelta, cruza los brazos y voltea la cara para todos lados, como esperando que nadie hubiera escuchado eso.
-¿Por qué me dices eso?
-No hace falta que te hagas el loco, sabes de lo que hablo.
Pasa más de un minuto y el silencio se corta.
-Pues si, sé de qué se trata. Pensé que con alguna de ellas podría tener algo, pero no, nada. Por lo menos ahora sé que no soy el único conciente de mi condición. Aunque no me alegra que te hayas enterado, ni me siento cómodo con esta situación.
-Pues ya, pasó, nuestro tiempo ya terminó... (no llores Nadia, por favor no llores ahora).
-Te quiero.
-No me busques más. Borra mi número frente a mí.
-No lo voy a hacer, además de nada serviría si me lo sé de memoria. No seas tonta.
Desde que terminé mi café estoy sentada con los brazos cruzados sobre la mesa. Me dice tonta y se acerca para besarme, sé que si lo permito no lo voy a dejar, ya quiero llorar y no lo voy a dejar. Mi cuerpo no me obedece... 
Volteo la cara y me besa la mejilla.
-No pienses cosas que no son.
-No me quieras tratar como idiota. Piensa antes de hablar, actuar o escribir. 
Corre ahora que puedes, no te despidas, sólo vete.
Me levanto y salgo muy a prisa del lugar, no volteo hasta que llego a la puerta, lo hago de reojo y veo que no me sigue. Cruzando el quicio comienzo a correr, no importan la dirección o el sentido, sólo corro sin parar. Hace frío y el pecho me duele, desde hace rato comencé a toser y me duelen las piernas, estoy bastante lejos de casa... desde hace mucho he estado bastante lejos de casa.


jueves, 12 de abril de 2012

No puede ser tan malo.

Después de tanto pensar en esto, comienza a divertirme. Siempre me gustó jugarle bromas a mis padres, ya saben, de esas cosas como esconderme debajo de la cama o la mesa y cuando menos lo sentía, me quedaba dormida. Al parecer ese era el éxito de mis bromas, dormir durante horas para desaparecer realmente; es gracioso como logras desaparecer mientras duermes...
En fin, mientras más lo pienso, más me agrada. Por supuesto no quiero nada dramático, detestaría que alguno de mis sobrinos me encontrara colgada en el jardín o que mi mamá entrara sin permiso alguno (tal como acostumbra) y encontrara el charcote de sangre, además, para perder sangre Dios nos dio la menstruación. Quiero algo simple y después de muchas vueltas lo he decidido: pastillas. No manchan, no trauman a los que se quedan o al que me encuentre, nadie corre peligro como es el caso de hacerlo con gas ¡y no quiero destrozarme el cráneo de un balazo! 
Al principio me pareció triste, dejar al mundo, tristezas a mis padres [aquellos que nunca piensan en la muerte de un descendiente, sino únicamente en la propia, en el caso de que sean realistas claro está]. Después vino el miedo, vagar eternamente por el mundo y esas cosas que tengo motivos de sobra para creer. Pero ahora... me entusiasma...
Eso es lo que deberíamos hacer cuando se pierde el sentido de la vida, cuando dejamos la humanidad para saltar a la sucie... perdón, sociedad. Cosa que aún no hago y no quiero hacer, sólo que me siento cansada de ir contra todo y no ver claro porque el agua me pega en los ojos y caer una y otra vez por el lodo o el musgo del camino. No tengo vocación de mártir, tengo vacación suicida.

lunes, 12 de marzo de 2012

Miénteme 

Me he despertado con un presentimiento, frío y tenue cómo la mañana misma. Al momento de entreabrir los ojos se convirtió en imagen, la cama se congeló y la sangre fluyó lenta, casi viscosa.   Borrosa al principio, pero conforme mis párpados se iban despegando se volvía asombrosamente nítida (tanto como la luz que entra por la ventana con las cortinas bien abiertas): te vi reflejado en la mirada de una mujer que no soy yo, tez morena, de hombros descubiertos, manos suaves, más anchas que las mías... Y sentí lo que ella, el sol de una tarde no lejana, con el viento que entra por la ventanilla abierta rozando su cabello y su mano sobre la tuya, ¿te digo algo? no te quiere. No me refiero a que no sienta nada nada por ti, simplemente no te quiere. 

Es sólo un presentimiento de esos certeros que me asaltan de la nada y de la nada, se convierten en realidad.
Me desperté, y no hablo únicamente de abrir los ojos. Desperté a esa realidad concientemente negada e inconscientemente sabida y a pesar de ello, no quiero verte nunca con esa mujer, no quiero cerciorarlo, ¡me niego a que la inmóvil imagen respire!

Así cómo ha llegado la epifanía, algo se ha movido dentro de mí, mi tristeza añeja casi rancia despertó esta misma mañana. El beso suave que el sol le da a los cerros, a los caminos y a mis manos sobre la ventana se vuelve amargo, cada vez más amargo. El tiempo lo concentra y gota a gota el veneno cae y deja a la alegría maltrecha y desgastada. Me rehúso a creerme pues sería un suicidio, dejaría que me mate la tristeza.

lunes, 1 de agosto de 2011

Mi amoroso

Caminando calle abajo me encontré con un viejo amante, lo vi kilómetros atrás y una sonrisa no tardó en aparecer. Me alegró el verlo, el sentir que la piel se me erizaba por las caricias que estaba a punto de recibir. Él corría desde el otro extremo de la ciudad, presuroso. Se detuvo dos pasos antes de llegar y desapareció como buen fantasma que la lluvia me hizo recordar...

martes, 19 de julio de 2011

Por la noche se ponía el único recuerdo de su amada, una blusa que aún guardaba ese perfume dulce y delicado que ella usaba, para sentir que dormía a su lado.

martes, 12 de julio de 2011

Última visión

Mis ojos se despiden de todo lo que Morfeo no proyecte en ellos con una hermosa fotografía: un islote en el cielo, en lugar de nopal la luna, rodeado por nubes densas que en un momento pisaré. No hay belleza que esté mas al alcance de tu mano que la que la noche te presenta...
-Mis ojos son para verte, mi sonrisa para sonreírte y mis besos... bueno, eso lo sabes...
-No, dime.
-Para besarte hasta que no me queden mas besos ni debajo de la manga.